viernes, 30 de mayo de 2014

DERECHO CIVIL - Indemnizan a conductor que atropelló a un animal en la ruta.

La Justicia ordenó indemnizar con más de $ 45.000 a un hombre que atropelló a un búfalo en una ruta y resultó gravemente herido. Los afectados por la demanda fueron el dueño del animal y el “dependiente” que guiaba la manada.

“La responsabilidad del dueño del animal tiene lugar aunque el animal, en el momento que ha causado el daño, hubiere estado bajo la guarda de los dependientes de aquél”, indica el artículo 1.126 del Código Civil, y es el marco que aceptaron los integrantes de la Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, compuesta por José Luis Galmarini, Fernando Posse Saguier y Eduardo Zannoni.

En los autos “Ferreris Eduardo Ernesto y otro c/ Saenz Valiente Ignacio Esteban y otros s/ daños y perjuicios”, el accionante resultó gravemente herido tras chocar con su auto contra un búfalo en una ruta de la provincia de Buenos Aires. La sentencia de primera instancia resolvió aceptar la demanda y ordenar una indemnización de más de 67.000 pesos.

Haciendo algunas salvedades con respecto a los montos, los jueces de la Cámara Civil determinaron que el resarcimiento debía ser de 45.300 pesos, ordenando al dueño del animal y al dependiente que estaba guiando a la manada por la ruta a hacerse cargo de esos gastos.

En su voto, el juez Galmarini reseñó que “en lo tocante al encuadre jurídico de la cuestión con respecto al codemandado Sáenz Valiente, la jurisprudencia y la doctrina coinciden en señalar que, en general, el dependiente que usa la cosa del comitente no es guardián de ella. Criterio también aplicable cuando se trata de animales”.

El magistrado precisó que “se ha sostenido que la responsabilidad del dueño del animal que produjo el daño subsiste aunque al momento del accidente el animal hubiera estado bajo la guarda de los dependientes de aquél, pero si se acciona también contra el dependiente, para que prospere la pretensión en su contra, será menester acreditar su culpa, ya que al no ser el dependiente dueño ni guardián, no cabría contra el ninguna presunción”.

El camarista recordó: “En la especie no se ha controvertido que, luego de ocurrido el accidente, siendo aproximadamente las 22 horas, se apersonó en el lugar el codemandado Sáenz Valiente, quien procedió a arrear a los animales que se encontraban en la ruta y ordenó sacrificar al que había originado la colisión”.

El vocal aseguró que “en ocasión de celebrarse la audiencia del artículo 360 el señor Sáenz Valiente reconoció que luego del accidente concurrió al lugar, "al llegar reconoció la marca del animal como perteneciente al establecimiento "Talas Grandes" y manifestó haber efectuado la denuncia correspondiente en su asegurador Federación Patronal”.

“Dichas circunstancias sumadas a lo dicho por los demandados en cuanto a que Sáenz Valiente al momento del infortunio utilizaba los animales por orden de su comitente, me llevan a tener por acreditado que el accidente se produjo a causa de alguna conducta culposa por parte de aquél”, añadió el miembro de la Sala.

El integrante de la Cámara consignó, entonces: “Pues si se encontraba en el lugar en horas de la noche, en calidad de dependiente de la dueña del ganado, el que utilizaba por orden de aquélla, y los animales ingresaron a la ruta, sólo cabe colegir que el coaccionado no tomó las precauciones necesarias para evitar la situación”.

“Más aún teniendo en cuenta que si aquél fue quien tras la ocurrencia del siniestro, procedió a arrear los animales y dispuso el sacrificio del que se encontraba herido por el impacto con la camioneta, ello denota que estaba dentro de su incumbencia el controlar que los animales no salieran a la ruta. Esa omisión en adoptar las debidas precauciones importa una conducta negligente que lo hace corresponsable de los daños”, explicó el sentenciante.

Galmarini agregó: “Sobre el particular se ha sostenido que tanto el principal como el dependiente deben responder si, como ocurre en el caso, el perjuicio se produjo en el desempeño de la incumbencia de este último a causa de una conducta de la cual se lo estima culpable”.

Ferreris Eduardo Ernesto y otro c/ Saenz Valiente Ignacio Esteban y otros s/ daños y perjuicios

DJ

A los fines de evitar confusiones, se hace saber a todas aquellas personas que visitan el blog que: Las consulta por temas que involucran situaciones particulares tienen un costo establecido por la Ley Nº 6767, artículo 22, (legislación vigente en la provincia de Santa Fe, República Argentina) y se realizan en entrevistas personales. Por Favor, requiera mayor información por e-mail o telefónicamente.

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"Mi meta en la vida es ser tan buena persona como mi perro ya cree que soy".

25 de agosto de 2008

Consejos para tener un Pit bull


La verdad sobre el PIT BULL

Características:

El pitbull es un perro notable de tamaño mediano, estructura sólida, pelo corto y una musculatura bien definida. Aunque se conoce a esta raza con el nombre genérico de pitbull, el nombre correcto en castellano es pit bull terrier americano.

Si bien el nombre de la raza da a pensar que el pitbull se originó en Estados Unidos, el origen de esta raza se remonta a la Gran Bretaña del siglo XIX.

Creado originalmente para ser un perro de pelea, el pitbull presenta características físicas que le confieren gran fuerza y agilidad. También es un perro muy resistente al dolor físico y tiene un coraje que supera cualquier expectativa.

Estas características han sido un arma de doble filo para esta noble raza. Los aficionados al pitbull valoran su fuerza y agilidad, mientras que sus detractores opinan que es poco menos que una máquina de matar.

Apariencia del pitbull

La cabeza del pitbull es larga, ancha y poderosa, pero no debe ser desproporcionada con relación al cuerpo. Vista de frente tiene la forma de un trapecio invertido, es decir que es como un triángulo invertido cuyo extremo inferior ha sido cortado. Las mejillas son abultadas y sobresalen de este trapecio imaginario.

El stop es moderadamente definido, y los ojos tienen una ubicación baja en el cráneo. Los ojos del pitbull pueden ser de cualquier color excepto celeste. Las orejas son en forma de rosa o semierectas, y su inserción es alta.

La mordida del pitbull es poderosa y es una de las características que ha fomentado algunos mitos sobre el pitbull. Uno de esos mitos dice que el perro pitbull es incapaz de soltar la presa porque sus quijadas se traban de alguna manera. Otro mito le atribuye a la mordida del pitbull una presión de 1600 libras por pulgada cuadrada. Esos mitos absurdos han ayudado a destruir la imagen de esta noble raza de perros.

Al igual que la cabeza, el cuerpo del perro pitbull es muy llamativo. Aunque resulte extraño para quien no conoce a esta raza, el cuerpo del pitbull no es excesivamente voluminoso ni ancho. Es cierto que existen fotos y videos de perros "pitbull" que parecen versiones caninas de un Arnold Schwarzenegger enano, pero esa no es la imagen real del pitbull.

De acuerdo con el estándar de la raza aceptado por el United Kennel Club (UKC), el perro pitbull debe tener un cuerpo ligeramente más largo que alto, con pecho profundo y nunca debe tener apariencia gruesa o excesivamente musculosa. De hecho, el mismo estándar establece que el pecho no debe ser más ancho que profundo.

Todos esos "fisicoculturistas caninos" que parecen tanques de cuatro patas, no concuerdan con el estándar del perro pitbull.

Una de las características físicas más agradables del pitbull es su pelaje corto y lustroso, que invita a la caricia incluso a quienes no son muy afectos a los perros. Ciertamente es muy agradable acariciar el lustroso pelaje de un pitbull... siempre que el perro esté limpio, por supuesto. Todos los colores son aceptados para esta raza, excepto el mirlo (fondo jaspeado con parches de color sólido).

Temperamento y carácter del pitbull

Los medios de comunicación y la sociedad en general, han difundido muchos mitos y leyendas sobre el carácter del perro pitbull. Hoy en día la mayoría de la gente piensa que los pitbull son perros peligrosos, inestables y muy agresivos.

Esa idea es incorrecta, pero sus partidarios tratan de apoyarla basándose en la historia del perro pitbull y en datos de ataques ocasionales provocados por pitbulls o perros similares.


La verdad es que el pitbull es un perro con un impulso de presa muy desarrollado, pero no es un asesino por naturaleza. De hecho, tiende a ser un perro muy sociable con la gente. En general, éste es un perro que puede llevarse muy bien con niños y adultos, y puede ser una mascota excepcional.

Sin embargo, el buen carácter de cualquier perro (incluido el pitbull) depende de su correcta socialización desde cachorro.

En términos generales, estos perros son amigables, juguetones y confiables con la gente.

De acuerdo con las estadísticas de la sociedad americana de evaluación del temperamento (ATTS por sus siglas en inglés), el pitbull tiene un temperamento más estable que el promedio de los perros. Más aún, en las evaluaciones llevadas a cabo por esa organización el año 2006, el pitbull obtuvo una mejor "calificación" que razas tales como el beagle y el golden retriever.

Ahora bien, aún cuando esta raza no tiende a ser agresiva con las personas, sí existen perros pitbull que son agresivos. Esto se debe al cuidado inadecuado y la irresponsabilidad de sus dueños, y puede ocurrir con cualquier raza de perros.

Por otro lado, aunque un pitbull puede ser socializado con otros perros y con otros animales, ésta no es la raza más recomendable si quieres tener más de un perro. Un perro pitbull puede tener amigos perros, pero el fuerte impulso de presa y la capacidad combativa de esta raza pueden provocar serios conflictos.

La inteligencia de estos perros los hace fácilmente adiestrables. Los pitbull se adaptan bien a diferentes técnicas de adiestramiento canino, pero responden mejor con el adiestramiento en positivo.

Peso y altura

El estándar de la raza no especifica una altura determinada, sino que prioriza la construcción armónica del cuerpo. Es por eso que existen perros pitbull de tamaños muy heterogéneos. Sin embargo, el pitbull es un perro de talla mediana.

El peso debe estar en proporción con la altura, por lo que también es muy variable en esta raza. Sin embargo, el peso de los machos suele encontrarse entre los 15,9 y 27,2 kilogramos; mientras que el peso de las hembras suele estar entre los 13,6 y 22,7 kilogramos.

Salud y cuidados

Ésta es una de las razas de perros más resistentes a las enfermedades, pero no por eso debes descuidar su salud. Además de tener al día las vacunas de tu perro, tienes que prestar atención a posibles problemas del corazón, enfermedades contagiosas de la piel (sarna, eccemas, hongos), parásitos internos y externos, etc.

Por supuesto, lo más importante para mantener la salud de tu pitbull es que se le haga una revisión veterinaria regular y que sigas los consejos que te de el veterinario.

El pelaje del pitbull no necesita de cuidados especiales. Será suficiente con el cepillado regular y el baño cada vez que se ensucie.

Sin embargo, el ejercicio es muy importante por lo que necesitarás sacarlo a pasear al menos una vez al día por períodos prolongados (1 hora como mínimo). Al pasearlo tienes que cuidar que no pelee con otros perros, ya que esto es algo frecuente con esta raza. También tienes que proporcionarle el adiestramiento canino básico para poder controlarlo cuando sea necesario.

Los juegos son muy importantes y, si puedes, también deberías llevarlo al campo de vez en cuando.

Historia de los perros pitbull

Los perros pitbull actuales tienen sus orígenes en la Gran Bretaña del siglo XIX, pero su historia se remonta a la época del imperio romano.

Esta raza desciende de perros molosos de pelea, que originalmente se usaban para peleas contra toros y osos. Con la prohibición de estas peleas en Inglaterra, los aficionados a estos "deportes" empezaron a criar perros más ligeros para hacerlos pelear entre ellos. Parece ser que se utilizaron perros de tipo terrier, consiguiendo así mayor agilidad sin perder la combatividad.

El pitbull fue reconocido en alguna época por el American Kennel Club (AKC), pero luego fue eliminado de sus registros porque dicha institución no quería la mala prensa que traía consigo una raza de pelea. Es así que los cinófilos norteamericanos desarrollaron una nueva raza a partir del pitbull de entonces, el American Staffordshire Terrier.

Actualmente, el pitbull es reconocido por algunas organizaciones cinófilas, como el United Kennel Club y la American Dog Breeders Association, pero no es reconocido por la Federación Cinológica Internacional (FCI) ni por el AKC. Sin embargo, algunas entidades afiliadas a la FCI reconocen a la raza, como es el caso de la Federación Cinológica Argentina.

Actualmente la raza está considerada como una de las razas peligrosas, pero sigue brindando su cariño y lealtad a miles de personas en todo el mundo.